Gafas de sol y lentes de contacto nos ayudan a paliar los efectos
En los meses de calor pasamos más horas al aire libre. Es importante usar gafas de sol, no sólo para ver mejor y proteger los ojos de los rayos UV, si no también para matenerlos a salvo de irritaciones y alergias. Las alergias afectan a los ojos y producen en ellos picor, lagrimeo y enrojecimiento.
De acuerdo con la Sociedad Española de Alergología e Inmunología clínica (SEAC), un 30% de la población española sufre algún tipo de alergia. De ellos un alto porcentaje presenta conjuntivitis y en gran parte de los casos está causada por el polen. Este tipo de alergia estacional produce picor, sensación de cuerpo extraño o arenilla, lagrimeo y edema en los párpados. Esto provoca que los pacientes tengan fatiga visual, dificultad para la lectura y fotofobia.
Utilizar gafas de sol nos protege los ojos del polen y de la radiación UV. Y hay que tener en cuenta que los ojos infantiles son mucho más sensibles.
Las lentes de contacto también nos ayudan a evitar las alergias. Hace unos años se desaconsejaban pero con las lentes de contacto diarias de última generación conseguimos minimizar los síntomas de la alergia.